La sorprendente verdad detrás de los mocos: cómo pueden revelar enfermedades y salvar vidas

Aunque muchas veces sean vistos como molestos o desagradables, los mocos podrían ser una de las herramientas más valiosas que tiene el cuerpo humano para protegerse, diagnosticar enfermedades y anticiparse a complicaciones de salud.

Desde la antigüedad, distintas culturas les atribuyeron funciones casi místicas. Hoy, la ciencia moderna los estudia con una mirada totalmente renovada: los mocos son una barrera inmunológica activa y un termómetro visual que revela pistas clave sobre nuestro estado de salud.

Investigaciones actuales demuestran que el color, la densidad y la composición del moco nasal permiten identificar desde una simple irritación hasta infecciones virales o bacterianas. Un moco transparente puede ser signo de alergias o polen; uno blanco puede estar combatiendo un virus; y los verdes o amarillos suelen contener glóbulos blancos muertos tras luchar contra una infección.

Pero este es apenas el comienzo. El microbioma nasal —el ecosistema de bacterias y microorganismos que habita en nuestras fosas nasales— está demostrando tener un rol tan fundamental como el intestinal, influyendo directamente en la inmunidad, las respuestas a las vacunas e incluso en enfermedades respiratorias crónicas.

Daniela Ferreira, investigadora de la Universidad de Oxford, trabaja para desarrollar un espray nasal que incluya bacterias beneficiosas para fortalecer ese microbioma. “Si podemos poblar la nariz con microorganismos buenos, podremos prevenir que los malos entren y nos enfermen”, afirma.

En Suecia, un equipo médico probó el trasplante nasal de mocos de personas sanas a pacientes con congestión crónica, con resultados sorprendentes: una mejoría de hasta el 40% en los síntomas, sin efectos secundarios.

Jennifer Mulligan, otorrinolaringóloga de la Universidad de Florida, también sostiene que los mocos pueden ayudar a mejorar tratamientos contra la rinosinusitis, pérdida del olfato, enfermedades pulmonares y más. Su equipo descubrió incluso que un espray de vitamina D puede restaurar el olfato en fumadores.

Además, los avances en el análisis del fluido nasal permiten detectar precozmente enfermedades como la EPOC, el asma, el cáncer de pulmón y hasta trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer o el Parkinson.

Empresas tecnológicas ya están desarrollando dispositivos de micromuestreo nasal aprobados por entes regulatorios como la FDA. Estas herramientas recopilan con precisión el fluido nasal, eliminando errores en los diagnósticos y optimizando los tratamientos médicos personalizados.

InfoSalto.com.ar consultó a especialistas que aseguran que el moco nasal está en camino de convertirse en una herramienta clave en la medicina de precisión del futuro, tanto para prevenir enfermedades como para tratar a cada paciente según sus características biológicas únicas.

Desde la Redacción de Info Salto del Grupo de Medios Infopba.com, recomendamos siempre consultar con profesionales de la salud ante cualquier síntoma, y seguir de cerca los avances científicos que podrían cambiar la manera en que entendemos y cuidamos nuestro cuerpo.